Pasar al contenido principal

La EFSA y la COVID-19

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha trabajado con el ECDC en la evaluación de los riesgos para la salud humana derivados del coronavirus relacionado con los animales, en particular los visones de granja, ya que tienen la probabilidad Posibilidad de que se produzca un acontecimiento determinado o de que un valor medido se sitúe en un intervalo concreto. más alta de infectarse y de transmitir el SARS-CoV-2 a otros animales y a los seres humanos. Las primeras evaluaciones de los visones se llevaron a cabo después de que Dinamarca notificara casos de seres humanos infectados por variantes SARS-CoV-2 relacionadas con dichos animales. Posteriormente, el virus se detectó en granjas de visones de varios países de la UE y del EEE.

Al inicio de la pandemia Epidemia de amplia difusión que afecta a una región, a un continente o a todo el planeta. de COVID-19, la EFSA siguió de cerca la bibliografía científica en relación con el posible papel de los alimentos en la transmisión del SARS-CoV-2, el virus causante de la enfermedad COVID-19, a los seres humanos. Hasta la fecha, no hay pruebas de que los alimentos sean una fuente o una vía de transmisión del SARS-CoV-2.

Últimos datos

Febrero 2023 – En su última evaluación científica, la EFSA recomienda que el enfoque más adecuado para el seguimiento de los visones de granja sea confirmar los brotes de SARS-CoV-2 tan pronto como se sospeche la presencia del virus y, a continuación, hacer un seguimiento de su evolución. La EFSA, en colaboración con el ECDC, recomienda la aplicación coherente de medidas preventivas, de control y de bioseguridad en las granjas de visones, incluida la realización sistemática y frecuente de pruebas entre las personas que acceden a ellas y asegurarse de que se utilizan equipos de protección individual. En la UE no se recomienda ningún seguimiento regulado específico para los animales de compañía o la fauna silvestre, ya que el riesgo de transmisión de la infección por el SARS CoV-2 a partir de estos animales es muy bajo.

Hitos

  1. 2021

    Febrero

    Un informe elaborado por la EFSA y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) recomienda que la detección precoz de SARS-CoV-2 sea una prioridad para el seguimiento de las actividades en las granjas de visones de la Unión Europea. El informe propone opciones de estrategias de seguimiento que ayudarán a prevenir y controlar la propagación de la enfermedad. 

    El informe concluye que todas las granjas de visones deben considerarse expuestas al riesgo de SARS-CoV-2 y que el seguimiento debe incluir medidas activas como la realización de pruebas en los animales y el personal, además de la vigilancia pasiva por parte de los agricultores y los veterinarios.

  2. 2020

    Noviembre

    Los especialistas de la EFSA en sanidad animal han aportado su contribución a una evaluación rápida del riesgo para la salud humana derivado de las nuevas variantes de SARS-CoV-2 relacionadas con visones. La evaluación contiene una serie de recomendaciones destinadas a proteger la salud pública.

El SARS-CoV-2 en animales

El informe científico el «Seguimiento de la infección por el SARS-CoV-2 en los mustélidos», de enero de 2021, elaborado por la EFSA en colaboración con el ECDC, junto con la rápida evaluación del riesgo Ámbito especializado de las ciencias aplicadas que consiste en revisar datos y estudios científicos con el fin de evaluar los riesgos asociados a determinados peligros. Consta de cuatro etapas: identificación del peligro, caracterización del peligro, evaluación de la exposición y caracterización del riesgo. realizada en noviembre de 2020 por el ECDC, constituyen la base de las actuales medidas de seguimiento en la UE para los visones, otros animales de la familia de los mustélidos y los perros mapaches [véase la Decisión de Ejecución (UE) 2021/788 de la Comisión].

La situación epidemiológica del SARS-CoV-2 en seres humanos y animales está en constante evolución y la ciencia cuenta ahora con más conocimientos sobre la propagación del SARS-CoV-2 tanto en los seres humanos como en los animales. En 2023, en colaboración con el ECDC, la EFSA publicó un dictamen científico Dictamen que puede incluir evaluaciones de riesgos relativas cuestiones científicas generales; evaluaciones de una solicitud de autorización de un producto, una sustancia o una alegación; o una valoración de una evaluación de riesgos. sobre la sensibilidad de las diferentes especies Subdivisión del género, la especie es un grupo de organismos estrechamente relacionados y de apariencia similar; en el caso del Homo sapiens (el ser humano), la segunda parte del nombre (sapiens) representa a la especie. animales al SARS-CoV-2, el riesgo para la salud animal y la salud pública, así como las estrategias de seguimiento, prevención y control. Las conclusiones ayudaron a los gestores de riesgos a revisar y adaptar el sistema de seguimiento de los visones de granja y otras especies animales pertinentes en la UE.

Entre los animales de granja, el visón americano tiene la mayor probabilidad de infectarse por los seres humanos o los animales y de seguir transmitiendo el SARS-CoV-2. Dado que se considera que los seres humanos son la fuente más importante de introducción del SARS-CoV-2 en las granjas de visones, la EFSA recomienda la realización sistemática y frecuente de pruebas entre el personal y los visitantes, la limitación de las visitas, el uso coherente de equipos de protección individual y la bioseguridad en las granjas. Una vez introducido en una granja de visones, el SARS-CoV-2 se propaga eficazmente de un animal a otro, lo que provoca una amplia circulación del virus y el riesgo de contagio a los seres humanos en contacto con los visones. La amplia circulación del SARS-CoV-2 en la granja infectada puede impulsar la adaptación del virus.

En la actualidad, el enfoque más adecuado para realizar un seguimiento de los visones de granja es confirmar los brotes de SARS-CoV-2 tan pronto como se sospeche la presencia del virus, realizar pruebas a los animales muertos o clínicamente enfermos en caso de aumento de la mortalidad o morbilidad de los animales o personal positivo de las granjas y, a continuación, hacer un seguimiento de la evolución genómica de las variantes del virus.

Se considera que la transmisión de SARS-CoV-2 del ser humano a los animales de compañía (los gatos, los hurones y las especies de hámster son los más amenazados) no tiene ninguna probabilidad de influir en la circulación del virus en la población Comunidad de personas, animales o plantas de la misma especie. en general, o, si la tiene, esta es muy baja. Por lo tanto, no se recomienda ningún seguimiento específico para los animales de compañía.

El número de especies silvestres que se ha notificado que están infectadas por el SARS-CoV-2 crece constantemente, gracias a la investigación activa realizada en este campo, que debe impulsarse aún más. En la UE, hasta la fecha no se han notificado casos de fauna silvestre infectada, aparte de unos pocos visones americanos asilvestrados, y solo se ha demostrado que los venados de cola blanca de América del Norte son una especie silvestre capaz de mantener y posiblemente hacer que la infección se propague de vuelta a los seres humanos.

Como medida de seguridad, la EFSA recomienda que los seres humanos que se ocupan de la fauna silvestre adopten medidas de bioseguridad, la eliminación segura de basuras y residuos producidos por los humanos, tanto en zonas urbanas como rurales, a fin de reducir los riesgos de propagación del SARS-CoV-2 a la fauna silvestre. No es necesaria una vigilancia específica regulada de la fauna silvestre en la UE, aparte de la vigilancia allí donde se sospeche la presencia del virus, en particular en venados de cola blanca, carnívoros silvestres, murciélagos y roedores

Preguntas frecuentes

Estas preguntas frecuentes se centran en el SARS-CoV-2 y los alimentos.

No hay pruebas de que los alimentos supongan un riesgo para la salud pública en relación con el SRAS-CoV-2. La principal vía de transmisión del SRAS-CoV-2 es de persona a persona, principalmente a través de las gotitas respiratorias que las personas infectadas estornudan, tosen o exhalan (vía respiratoria).

Los virus transmitidos por los alimentos son virus que infectan a los seres humanos a través del consumo de alimentos y del agua potable. Hay algunas pruebas de que el SRAS-CoV-2 puede infectar las células intestinales (véase la pregunta específica más abajo), pero no hay pruebas que apunten a que el SRAS-CoV-2 sea un virus transmitido por los alimentos ni que ningún tipo de alimento sea la fuente de una infección por el SRAS-CoV-2.

En el dictamen científico elaborado por la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Medioambiental y Laboral (ANSES), se subraya que no hay pruebas de que los alimentos contaminados puedan provocar una infección del tracto digestivo, aunque no se puede descartar por completo la posibilidad de que el tracto respiratorio se infecte durante la masticación.

Cuando no se siguen correctamente las buenas prácticas de higiene durante la manipulación y preparación de los alimentos, la superficie de los mismos puede contaminarse, por ejemplo, por la liberación de gotas infecciosas por parte de una persona infectada (por ejemplo, al toser, estornudar o hablar en voz alta) o por el contacto de los alimentos con manos contaminadas. La contaminación puede producirse en los alimentos y en las superficies utilizadas para la preparación de alimentos (por ejemplo, las tablas de cortar) de la misma manera que en cualquier otro objeto y superficie.

Los virus no pueden multiplicarse en los alimentos, pero en determinadas condiciones pueden sobrevivir en ellos.

Los estudios de laboratorio mostraron que el SARS-CoV-2 permaneció estable a 4°C en una variedad de superficies durante varios días y se han detectado algunas muestras positivas en instalaciones refrigeradas y en alimentos de la cadena de frío o en sus envases. Esto sugiere que el SRAS-CoV-2 podría persistir en productos refrigerados o congelados contaminados. Sin embargo, no se ha establecido ninguna relación entre la infección por el SRAS-CoV-2 y el consumo de alimentos.

Cocinar a temperaturas suficientemente altas junto con la aplicación de buenas prácticas de higiene protege a los consumidores contra una amplia gama de infecciones transmitidas por los alimentos y también inactiva el SARS-CoV-2 si estuviera presente en los alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cocinar bien los alimentos, especialmente la carne, las aves de corral, los huevos y el marisco, y llevar a ebullición alimentos como sopas y guisos para asegurarse de que alcanzan los 70 °C.

Las pruebas científicas demuestran que los coronavirus pueden persistir en el medio ambiente y en diferentes tipos de superficies que podrían estar en contacto con los alimentos. Las investigaciones han demostrado la persistencia en el acero hasta siete días y en el plástico y el vidrio hasta cuatro días. También se han investigado otras superficies, como el cobre, el aluminio, el papel, el cartón, la madera y el caucho.

Por otra parte, los coronavirus son susceptibles de ser inactivados por ciertos agentes biocidas. Por ejemplo, los procedimientos de desinfección aplicando etanol al 62-71%, hidrogenoperóxido al 0,5% o hipoclorito de sodio al 0,1% durante un minuto de exposición Concentración o cantidad de una sustancia concreta que absorbe una persona, población o ecosistema con una frecuencia específica en un periodo determinado de tiempo. se consideran eficaces para inactivar los coronavirus.

La persistencia en los envases de alimentos u otros materiales no implica que estos materiales sean una fuente de infección. Actualmente no hay pruebas de transmisión del SRAS-CoV-2 a través de los envases de alimentos u otros materiales.

Existen pruebas experimentales del establecimiento de una infección intestinal humana por el SARS-CoV-2, pero hay muchas lagunas de conocimiento y las pruebas directas de la implicación del tracto gastrointestinal en la patogénesis del COVID-19 son insuficientes. Recientes estudios in vitro Método de investigación que consiste en efectuar ensayos en células o tejidos extraídos de organismos vivos. (utilizando cultivos celulares y organoides) han demostrado la posibilidad de una infección intestinal por el SARS-CoV-2. Sin embargo, el uso de modelos animales in vivo Método de investigación que consiste en efectuar ensayos en animales vivos individuales o en poblaciones de animales vivos. (incluyendo primates no humanos) ha dado lugar a algunas pruebas contradictorias.

Por ejemplo, en un estudio los macacos expuestos al SARS-CoV-2 por vía intragástrica no mostraron evidencias de infección, mientras que en un segundo estudio reciente la inoculación intragástrica condujo a la detección de ARN Tipo de ácido nucleico presente en el organismo, similar al ADN, pero monocatenario. La función más conocida del ARN (ácido ribonucleico) es la transmisión de instrucciones desde el ADN hasta la maquinaria celular encargada de la síntesis de proteínas. viral y/o virus infecciosos en muchos tejidos y contenidos gastroentéricos. Los resultados de estos experimentos siguen teniendo limitaciones en cuanto a su aplicabilidad directa a los seres humanos.

En resumen, aunque la infección por el SRAS-CoV-2 por vía oral en humanos no puede excluirse totalmente desde un punto de vista teórico, siguen existiendo muchas incertidumbres científicas y se necesitan pruebas mucho más sólidas antes de sacar conclusiones firmes. Estas pruebas se refieren, en particular, a la proporción de pacientes que tienen partículas infecciosas en las heces; la cantidad de partículas víricas que pueden estar presentes en las heces de los pacientes; cómo se comporta el virus cuando se expone al entorno gástrico e intestinal del ser humano; y la cantidad de virus necesaria para causar la infección en el ser humano.

Los operadores de empresas alimentarias deben aplicar escrupulosamente los mismos principios y procedimientos que ya se aplican en la UE para garantizar la seguridad de la producción de alimentos. De hecho, la salud de los trabajadores y el cumplimiento de las buenas prácticas de higiene durante todas las etapas de la producción, la transformación y la manipulación de los alimentos son fundamentales para la protección contra todos los agentes microbiológicos causantes de infecciones alimentarias.